¿Agua purificada o bebidas rehidratantes durante la rutina de ejercicio?
Cuando realizamos deporte o alguna actividad física nuestro cuerpo pierde minerales y la transpiración aumenta y al ser el agua el principal elemento en nuestro cuerpo, la hidratación es primordial durante la actividad física. El agua nos ayuda a regular nuestra temperatura corporal durante el ejercicio y a distribuir los nutrientes.
Por otra parte, en el mercado existen hoy en día bebidas hidratantes que se elaboran a base de agua y sales minerales, que al ingerirlas permiten recuperar electrolitos y líquidos que se pierden al practicar alguna actividad física.
Sin embargo, ¿es mejor ingerir agua o este tipo de bebidas hidratantes?, entrenadores expertos en el tema señalan que lo ideal es consumir sólo agua cuando la actividad física no supera las 2 horas y media, pues el agua por sí sola será suficiente para mantener una hidratación adecuada y una temperatura corporal regulada, por su parte cuando la actividad física o deportiva es de alto rendimiento y supera las 2 horas y media de duración es mejor optar por las bebidas rehidratantes, bebidas deportivas o también conocidas como bebidas isotónicas.
Esto se debe a que las bebidas rehidratantes tienen un contenido calórico y de azúcar con el objetivo de dar una mayor resistencia y rendimiento al cuerpo durante las largas jornadas de ejercicio físico. Por ello si tu realizas deporte o ejercicio durante poco tiempo debes evitar consumir este tipo de bebidas rehidratantes ya que no te servirán y por el contrario estarás ingiriendo azúcar que tu cuerpo no necesita y que de ser el caso y consumirlas con frecuencia podrían perjudicarte con problemas en el hígado, riñones, retención de líquidos o aumento de peso por el consumo excesivo de calorías. Si practicas deporte o ejercicio con sesiones menores a 2 horas y media mantén tu cuerpo hidratado únicamente con agua simple.
En otros casos muchas personas que no practican deporte ni ningún tipo de actividad física o ejercicio suelen consumir estas bebidas como sustituto del agua, es decir, simplemente por gusto por lo que se aumentan las posibilidades de adquirir una enfermedad o padecimiento como las ya mencionadas anteriormente.